Disponer de un vestidor es todo un acierto y añade un valor añadido al dormitorio. Ya sea grande o pequeño, habilitar un espacio para guardar, ordenar y proteger toda la ropa, zapatos, accesorios y complementos es extremadamente útil. Te permite guardar y encontrar las cosas más fácilmente y tenerlo todo a mano. Además, contribuye gratamente a la estética de la estancia.

Un vestidor presenta increíbles posibilidades de personalización, pudiendo tener todas tus cosas como tú quieres. Podemos colocar armarios, estantes, baldas, percheros, zapateros, cajones, etc. como más nos convenga.

Cuanto más grandes más posibilidades de almacenamiento podremos colocar, incluso incorporar un tocador donde maquillarse y peinarse; o instalar algún tipo de sillón para ganar comodidad y confort.

El tipo de vestidor dependerá del espacio disponible, de la distribución y de las necesidades que tengas. Lo podemos diseñar de diferentes formas: en paralelo, en línea, en forma de L o U… Abierto o separado con puertas; con armarios cerrados o con todas las prendas a la vista; situado al lado de la cama, detrás del cabecero, en un rincón, etc. Múltiples posibilidades para sacar el máximo partido al espacio.